Al no poder visitar a su padre, el narrador de esta historia decide escribir sobre su familia sin este testimonio. El miedo a estar con él lo paraliza. Así surge, como una infección generalizada, la historia de este infierno. Este retrato engañosamente doméstico esboza los inicios del turismo en Málaga en la década de 1970, cuando el dinero europeo proveniente de vacacionistas e inversores trajo una apertura inusual en forma de diversión y celebración en medio de una dictadura. Miguel Ángel Oeste desciende al abismo de sus recuerdos y confronta su memoria con la de su familia y sus conocidos para producir un testimonio conmovedor, que es también una crónica de los últimos cuarenta años de este país. Un viaje en el que el miedo es protagonista, primero como sufrimiento, luego como motor de la escritura.